Reflexiva, poética e iluminada por ese resplandor característico de la lava, Un volcán habitado es, ante todo, una historia de amistad. Lejos de la contemplación morbosa de la destrucción que tantas pantallas llenó en otoño de 2021, David Pantaleón y José Víctor Fuentes, vecinos de La Palma, narran la historia de un grupo de amigos que vieron cómo la erupción del volcán les arrebataba lo que, hasta entonces, había constituido su vida. A través de los audios de WhatsApp que se mandaron durante aquellas semanas, yuxtapuestos a unas imágenes cuya composición recuerda a los óleos de Turner y Friedrich, los realizadores firman una historia intimista, fraternal y emotiva carente de cualquier guion previo y con una cuidadísima edición del sonido que sumerge al espectador en algo tan terrible y bello como sólo puede serlo la naturaleza.